Poniendo al cliente en el
corazón de los servicios públicos
¿Cómo diriges los equipos a distancia? ¿Cómo mantener y profundizar la conexión con
tu gente? ¿Cómo mantener la motivación alta enfrentando creativamente los nuevos
desafíos? Echa un vistazo a estos consejos inspirados en el pensamiento Lean
La
crisis
mundial
desatada
por
la
pandemia
covid-19
ha
tenido
enormes
repercusiones
en
el
mundo
empresarial,
además,
por supuesto, de las consecuencias en la vida de todos.
Se
ha
hablado
mucho
de
los
cambios
debidos
al
uso
intensivo
de
formas
de
trabajo
a
distancia,
pero
se
ha
discutido
relativamente poco sobre los impactos de este escenario en los procesos de liderazgo
Comparto siete prácticas, inspiradas en el pensamiento Lean, que pueden ayudar en este momento:
1. Escuchar y comprender las limitaciones
Más
que
nunca,
saber
escuchar
a
cada
empleado
y
comprender
sus
dificultades
y
necesidades
son
habilidades
que
deben
ser
ejercidas
por
los
líderes.
Las
personas
se
enfrentan
a
diversos
problemas
en
sus
hogares,
como
horarios,
espacios,
infraestructura,
necesidad
de
conocer
nuevas
tecnologías,
atención
a
los
miembros
de
la
familia,
problemas
de
salud,
etc.
Es
fundamental saber considerar este contexto y respetar la diversidad al establecer las rutinas.
2. Hablar de los problemas
Dentro
del
Lean,
consideramos
los
problemas
como
tesoros.
Sólo
exponiendo
los
problemas
con
franqueza
podemos
resolverlos
y
así
hacer
mejoras.
Los
problemas,
ya
sean
corporativos
o
cotidianos,
se
multiplican
con
la
crisis.
Depende
de
los
líderes
crear
un
ambiente
donde
la
gente
se
sienta
segura
y
estimulada
a
exponer
los
problemas.
De
lo
contrario,
irán
"bajo
la
alfombra",
creciendo
y
empeorando.
Siempre
que
alguien
trae
un
problema,
una
buena
práctica
es
centrarse
en
las
causas, no en los "culpables". Soy conciente de que esto es fácil decirlo, pero difícil de practicarlo.
3. Mejorar los procesos
La
necesidad
de
soluciones
rápidas
ha
generado
un
efecto
positivo:
la
gente
está
mucho
más
atenta
a
la
simplificación
de
los
procesos,
eliminando
la
burocracia
innecesaria.
Como
dice
el
refrán,
"el
diablo
está
en
los
detalles".
El
mayor
sentido
de
urgencia
ha
ayudado
a
romper
viejos
paradigmas,
facilitando
el
trabajo
de
todos
y
eliminando
el
desperdicio.
Aproveche
la
oportunidad para hacer una revisión rápida y exhaustiva de los procesos.
4. Siga de cerca y apoye
Incluso
con
el
desapego
social,
el
líder
debe,
más
que
nunca,
estar
cerca
de
las
personas,
apoyándolas
en
sus
actividades.
Esto
sólo
es
posible
si
se
establecen
rutinas
de
gerenciamieno
diarias
con
el
equipo,
si
se
utilizan
indicadores
claros,
si
se
establecen
procesos
para
poner
en
marcha
rápidamente
cadenas
de
líderes
y
áreas
de
apoyo
(siempre
que
sea
necesario),
etc.
5. Aumentar la conexión del equipo
La
necesidad,
si
se
trabaja
positivamente,
es
propicia
para
la
colaboración.
Todo
el
mundo
entiende
que
estamos
en
una
situación
excepcional
y
que
colectivamente
podemos
enfrentar
los
problemas
de
una
mejor
manera.
Los
medios
digitales
de
interacción,
una
novedad
para
muchos,
han
aportado
posibilidades
de
trabajo
en
equipo
que
no
se
exploraron
hace
mucho
tiempo,
como
las
reuniones
rápidas
con
personas
de
diferentes
lugares
y
de
diferentes
sectores.
Es
un
buen
momento para romper los silos y aumentar el trabajo colaborativo.
6. Involucrar a todos en la resolución de problemas
Todas
las
personas
tienen
la
capacidad
y
la
inteligencia
para
contribuir
a
enfrentar
los
enormes
desafíos
que
se
plantean
a
las
organizaciones
para
sobrevivir
y
reinventarse.
Para
que
esto
sea
efectivo,
deben
utilizarse
métodos
estructurados
de
resolución
de
problemas
(A3).
El
mejor
uso
que
un
líder
puede
hacer
de
su
escaso
tiempo
en
estos
tiempos
difíciles
es
guiar
a
grupos
de
empleados,
desarrollándolos
como
solucionadores
de
problemas,
aprovechando
al
máximo
sus
experiencias
y
creatividad.
7. Sea transparente y enfatice el propósito
No
puede
haber
falta
de
transparencia
en
la
comunicación
sobre
la
situación
de
la
empresa
y
cómo
se
enfrentará
a
la
crisis.
Esto
se
aplica
a
todos
los
involucrados,
clientes,
empleados,
proveedores,
etc.
Es
un
momento
en
el
que
hay
que
hacer
hincapié en el propósito superior de la organización, reforzando sus principios y compromisos con la sociedad.
Escrito por Flavio Augusto Picchi